La nariz es un órgano que forma parte del sentido del olfato, pero hoy nos centraremos en la función vital que realiza para la respiración.
En los seres humanos, la nariz es muy importante. Es la vía de entrada de aire que nos permite respirar y que todas nuestras células y órganos puedan hacer sus funciones.
Al entrar aire por la nariz, este se calienta, se humidifica y además se filtra. El filtrado del aire es gracias a las vellosidades (o pelitos) que hay dentro de la cavidad nasal y gracias al moco. Juntos son capaces de capturar polvo y otras sustancias irritantes que es mejor que no inhalemos. Por lo tanto, el moco actúa como protector de nuestro sistema respiratorio y en especial de nuestros pulmones.
El cuerpo humano adulto fabrica 1 litro de moco al día y gran parte de este, lo tragamos sin darnos cuenta. Pero un exceso de moco (por cantidad o por densidad) puede provocar el taponamiento de la nariz o un goteo excesivo y nos incomoda en nuestro día a día. Es aquí cuando los lavados nasales cobran importancia.
El lavado nasal es un gesto apto para todos los públicos con un beneficio claro y directo: ayuda a limpiar nuestras fosas nasales de partículas extrañas que se han adherido a nuestra mucosa.
Lo primero es tener claras algunas indicaciones básicas:
- Se debe limpiar cada fosa nasal por separado. Sonarse las 2 a la vez es contraproducente porque si tapas las 2 fosas aumenta tanto la presión que puede dañar incluso el oído.
- Para un lavado nasal diario, se recomienda agua de mar isotónica. El agua de mar es mejor que el suero fisiológico puesto que además de contener la solución salina al 0,9% también contiene oligoelementos y minerales del mar (cobre, magnesio, potasio…).
- Para una descongestión nasal (ante la presencia de moco más espeso, se recomienda agua de mar hipertónica.
- El lavado nasal con agua de mar isotónica se recomienda en pacientes de todas las edades y el uso de hipertónico ha de ser a partir del mes de vida en los bebés.
- Se recomienda hacerlo 1 vez al día como mínimo para una correcta higiene nasal y evitar complicaciones por exceso de mucosidad.
¿Qué producto y cómo lo utilizo para hacer lavados?
Dado que tenemos que ir fosa a fosa, lo mejor es inclinar la cabeza hacia el lado opuesto de la fosa que trabajaremos para que así la gravedad nos ayude. Por ejemplo, si se va a limpiar la fosa derecha, debemos inclinar la cabeza hacia el lado izquierdo. En el caso de los bebés, lo mejor es hacerlo recostado en el cambiador y seguir las mismas indicaciones.
Existen diferentes formatos de suero salino y de agua de mar como por ejemplo los frascos cuentagotas, las ampollas monodosis o los sprays. Los sprays de agua de mar vienen preparados con la concentración perfecta, la presión está medida y además sale la cantidad exacta según el formato y la fuerza que elijamos. Por lo tanto, su uso es muy cómodo y recomendado a cualquier edad.
Se puede lavar cada fosa nasal tantas veces como sea necesario y si aún queda moco, se puede aspirar con ayuda de una pera o, en el caso de los bebés, con los aspiradores nasales específicamente diseñados.
¿Puedo hacer algo más?
Utilizar humidificador del aire o elevar el cabecero de la cama (colocando doble almohada en el caso de adultos o un pequeño cojín bajo el colchón en los bebés) ayudará a respirar mucho mejor. En adultos, el gesto de beber más líquidos nos ayuda a facilitar la expulsión del moco acumulado y mantener hidratado nuestro organismo.
Todas estas opciones y muchas más las encontrarás en Boticas23. ¡Este invierno vamos a estar bien preparados para combatir el exceso de mucosidad!