Cómo evitar los ataques de hambre

Todos hemos tenido la sensación en algún momento de sentir un hambre voraz, y tener la sensación de que por mucho que comamos no nos saciamos. Esto se conoce como “ataques de hambre” y se suelen ser la consecuencia de una dieta desordenada.

Los ataques de hambre se pueden evitar con bastante facilidad, basta con establecer una rutina más saludable basada en los siguientes consejos: 

• Establece un horario para las comidas, en la que sigas unos horarios estables para tus comidas. Además, no debes permitir que pasen más de 3 horas entre comida y comida, de este modo nuestro nivel de glucosa se mantendrá estable.

• No te saltes comida. Este es uno de los errores más habituales en nuestra dieta, ya sea por falta de tiempo o por querer reducir kilos, el saltarse una comida solo provocará un aumento del hambre y de ansiedad por los alimentos.

• Alimentación saludable y equilibrada. Las comidas con demasiada grasa o un nivel de azúcar muy elevado pueden provocar que nuestro cuerpo reduzca la producción natural de insulina para contrarrestar, lo que nos provocará una sensación de hambre. Para evitarlo, lo menor es consumir una dieta equilibrada basada en alimentos naturales, como fruta, verduras, carne blanca, pescado e hidratos de carbono complejos.

• No tengas alimentos prohibidos. Si eliminamos de forma radical un producto que nos gusta de nuestra alimentación, solo nos provocaremos más ganas de consumirlo. Ningún alimento es malo si se consume con moderación.

• Come despacio y sentado. Mastica los alimentos con calma y tranquilidad, si comemos demasiado deprisa no disfrutaremos de la comida ni seremos conscientes de cuándo nos encontramos llenos. 

• Conocer la razón del hambre. Son muchas las ocasionas en las que comemos por nervios o ansiedad, si identificamos estos momentos podremos encontrar otros medios más saludables de calmarnos y entretenernos.

• Hidrátate. Seguro que muchas veces has confundido la sensación de sed con la de hambre, para evitarlo bebe a menudo, consumiendo unos 2 litros de agua al día.

• Descansa. Dormir lo suficiente es imprescindible para nuestro cuerpo y su equilibrio, y si no lo hacemos tendremos una mayor sensación de hambre, especialmente hacia alimentos muy calóricos. 

Lo más importante es disfrutar de los alimentos y el momento de la comida, de este modo los ataques de hambre se calmarán porque te sentirás saciado y tranquilo.

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